Sunday 30 September 2012

viajes y responsabilidades

Cuando vuelven las responsabilidades y estás de trabajo hasta el cuello nunca viene mal revisar la biblioteca de iPhoto y recordar que hay épocas mejores. Por eso he hecho una pequeña recolección de fotos de los viajes de los últimos dos años.


En septiembre de 2011 nos fuimos los 5 a Londres a pasar unos días. Era la primera vez que mi padre y mis hermanas iban, así que mi madre y yo aprovechamos para enseñarles todo lo que conocíamos.



En octubre y diciembre visité a Esteban en Amsterdam.



En enero nos fuimos las 4 mujeres de la familia a Suecia a celebrar el cumpleaños de mi abuela y a vivir un primer contacto con el clima.



En primavera, no recuerdo el mes...creo que marzo, Anna y yo hicimos una escapada romántica a Paris... comimos en restaurantes con música en directo, paseamos y desayunamos crepes.



En verano mi familia fue a Suecia en coche, pero como yo me quedé trabajando nos reunimos a su vuelta en Amsterdam y volvimos juntos pasando por Amsterdam, Gante, Amiens, Paris y Sarlat. Más aquí.



En agosto Laura y yo nos escapamos a Les Lloses haciendo autostop desde Ripoll a un camping en medio de la nada para bañarnos en un río y jugar a juegos de mesa.


Para mi 18 cumpleaños Esteban me regaló un viaje a Menorca y nos fuimos en septiembre.




En abril, creo, nos fuimos los cinco a pasar un diez dias a Cuba...  La mitad en la Habana y la otra mitad a una isla. Más aquí.



En...mayo? Anna y yo nos volvímos a escapar, pero esta vez a conocer la capital... a hacer siestas en el Retiro, visitar museos y comer bien. Más aquí



En verano fui a trabajar a Edimburgo todo el mes de julio. Esta todo explicado en este blog durante el mes de julio.

 Y para acabar en agosto nos fuimos a pasar un fin de semana a la Costa Brava los 5.

Tuesday 25 September 2012

Life lately - la Mercè y más

Había que aprovechar estos últimos días e intanto si los hemos aprovechado! Hemos ido buscando tresoros de mercadillo en mercadillo, de terraza en terraza, a la Mercè, exposiciones, de paseos por el Gótico, proyectos, ideas y ganas de hacer cosas sin parar! Ayer le tocó a las fotos ser en blanco y negro...que el día estaba muy gris (aunque hay algunas que sería un delito quitarles el color...ya veréis).



Fuimos a mirar muebles antiguos un día



Y terminamos mirando ropa en las ofertas de Kling, que ocupa menos espacio que un mueble...



El domingo pasamos la mañana rebuscando en el Lost & Found

 


 Luego morimos y resucitamos en la Ciudadela...







Luego fui a una exposición en la Virreina que valió la pena solo por el edificio y los sofás... el arte contemporaneo y su filosofía a veces se pasan de alternativos, aunque había algo bueno... si pasáis por allí la entrada es gratis; esta exposición en concreto todavía estará una semana más y el edificio es precioso. La exposición se llama Número tres. De la casa a la fábrica y tiene como tema central la relación entre el espacio doméstico y el espacio laboral a partir de una idea que surge de la película de Jean-Luc Godard “Número dos”, de 1975.


Con las pilas cargadas de nuevo me encontré con Esteban y nos dirigimos a la Catedral donde nos encontramos con un coro, unas sardanas y el Correfoc en Via Laietana.


Después del intento fallido de ver la iluminación de la Sagrada Familia nos conformamos con la tranquilidad que ofrecía la Ciudadela donde había varios espectáculos relacionados con las luces y la tecnología... yo me quedo con la iluminación de los robos a ritmo de música electrónica y dubstep.


Friday 21 September 2012

"Sale el Espectro" de Philip Roth

Hacía tiempo que quería leer algo más de Philip Roth. Cuando leí El animal moribundo hace un par de años me fascino el lenguaje, el erotismo y la sensualidad de los personajes, pero siempre intento dejar tiempo entre libros del mismo autor porque sino me parecen repetitivos y creo que pierden su valor. Con Philip Roth no fue menos... no podía leer algo con personajes pertenecientes a una élite intelectual judía norteamericana tan pronto...los aborrecería.

Así que en mi última visita a la biblioteca, rebusqué entre los títulos del autor y di con este y la historia, por ser algo tan diferente a lo que suelo leer, me atrajo. En realidad no era tan diferente, era solo que el protagonista era un hombre de 70 años y me pareció inusual.

Cuando empecé a leerlo creía que era la historia de un hombre de 70 años que había tenido cancer de próstata y por ello había decidido retirarse de la gran ciudad (Nueva York), a la que tras once años volvía. Pero a medida que iba leyendo me sorprendió ver que en realidad no había una historia, sino tres.

La primera, efectivamente, era la del anciano que regresaba a la ciudad en la que le toca reencontrarse con una sociedad muy cambiada. Se encuentra con que muchas personas siguen atormentadas por el ataque terrorista y ansiosas por irse de la ciudad, que muchas de ellas han sustituido los encuentros con sus amistades en persona por llamadas desde teléfonos móviles (no quiero ni imaginar la imagen que tendría el señor Zuckerman si lo viera ahora...) y con la competitividad que hay entre jóvenes por hacerse un hueco en el mundo de los adultos. Pero lo que más me ha gustado no ha sido el reencuentro con la ciudad ni con las personas que se ha encontrado, sino su percepción del cambio, sobre todo en si mismo. Como a los setenta empieza a fallarle la memoría y necesita tomar notas para recordar qué ha dicho, donde ha quedado, direcciones... porque ya no recuerda si debía ir a un resturante o a otro o si se había comprometido con comer con alguien o no. Además de eso, el coraje que debe tener una persona con incontinencia urinaria para embarcarse en tal aventura... es bastante genial.

La segunda, es la reflexión entorno a creación literaria y todo lo que la rodea: el reconocimiento, la influencia de la vida del autor en su obra, el orgullo al terminar una obra o lo difícil que es vivir de tus méritos. Todos los personajes están vinculados al mundo literario de una forma u otra. El protagonsita es un escritor reconocido, la mujer a la que desea es una escritora primeriza casada con un escritor sin aspiraciones. Luego está el mentor del protagonista, también escritor, y su amante ahora ya anciana y además el némesis del protagonista, un joven escritor que intenta hacerse un nombre entre la élite intelectual escribiendo la biografía del escritor que fue mentor del protagonista. Este entramado de personajes reflexiona a menudo sobre estas cuestiones, cada uno desde su situación.

Siempre me han parecido un poco pesadas este tipo de reflexiones, pero tengo que reconocer que en este libro están muy bien integradas en la historia... no es la reflexión con la excusa de la historia, ni el monólogo interior de uno de lso personajes, sino que pertenece a la historia, que sería mucho más supérflua sin ello. Sin embargo, me parece que recurrir a este tipo de reflexiones, además de ser una herramienta del escritor para compartir sus inquietudes sin la necesidad a hacer un ensayo sobre ello, es una herramienta para controlar el target de lectores y ganarse el reconocimiento entre otros escritores que sí valorarán las reflexiones. Es como una forma de distanciarse de ser una novela bestseller y creo que eleva la calidad y categoría literaria de la obra a un nivel algo superior.

En cualquier caso, la tercera parte de la historia es, como en El animal moribundo, el deseo. El protagonsita desea a una escritora treinañera y teje toda una fantasía a su alrededor que, dado su miedo a intentar integrarse de nuevo en un mundo que ya considera que le queda grande, cree imposible. Pese a ser muy poco extensa, me han provocado mucha ternura los extractos de diálogos inventados por él entre él y ella para saciar sus deseos de tenerla.

La complejidad del estilo, la organización y la caracterización de los personajes creo que hacen de la novela una obra mejor que las demás del mismo estilo. No es una novela sobre el paso del tiempo, ni una novela sobre el miedo a envejecer, ni una historia de amor, es todo ello y mucho más.

Thursday 20 September 2012

bizcocho de platano con nueces y té

Casi es otoño y a la mínima que llueve y hace mal tiempo me pongo a mirar libros de recetas... hoy ha tocado un bizcocho de platano y nueces para acompañar el remake de Sombras Tenebrosas de Tim Burton.

Los ingredientes:
  • 75 gramos de mantequilla (un poco más para untar el molde)
  • 1 1/2 dl de leche
  • 3 dl de azucar (yo he usado azucar moreno)
  • 3 huevos
  • 2 cucharaditas de azucar de vainilla
  • 4 1/2 dl de harina
  • 1 1/2 cucharaditas de levadura
  • 2 platanos
  • 2 dl de nueces

Preparación:
  • Precalienta el horno a 175º.
  • Derrite la mantequilla a una temperatura baja y añade la leche hasta que esten a temperatura ambiente.
  • Rompe los huevos en un recipiente, añade el azúcar y batelo con un batidor eléctrico hasta que quede espumoso. Echa la mezcla de leche y mantequilla y añade el azúcar de vainilla. Vuelve a batirlo.
  • Añade la levadura y la harina y remuevelo con un tenedor hasta que no queden grumos.
  • Echa la mezcla en el molde y pon trozos de platano y nueces repartidos por toda la masa.
  • Hornea durante unos 40-45 minutos.

En casa lo hemos acompañado de nuestro té favorito (tan favorito que se ha acabado): Söderblandning, un tipo de té negro de Estocolmo con un ligero sabor a frutas.



Monday 17 September 2012

Religión ¿Dónde estamos?¿Dónde estoy?

Debo reconocer que leer declaraciones como"our thoughts and our prayers go out to all those who lost a loved one on this day eleven years ago" o "there are meals brought in from kind friends from our church" (fuente) no dejan de chocarme cuando las leo. 

Como persona joven que vive en un país en el que la relación con la iglesia y su influencia histórica ha sido tan fuerte y está tan presente en la mente de muchos, estás cosas me sorprenden. Vivir en España, un país con una tradición católica bastante latente que provoca rechazo en muchos sectores de la sociedad, te lleva a desechar directamente, sin cuestionar, la religión a una edad muy temprana y muchos son los que no reciben el beneficio de la búsqueda espiritual para averiguar cuales son sus creencias: o las tienes y te vienen de familia o no las tienes y no las buscas. Pocas (o poco visibles) son aquí las personas jóvenes que van a la iglesia (sea de la religión que sea) y todas las encuestas que he leído al respecto muestran que va de caída.

No hace falta indagar mucho para ver las causas o los origenes de tal radicalismo. Las heridas del franquismo siguen abiertas, el ensalzamiento y todo lo que se ha dado a la iglesia católica y el daño que ha hecho está todavía presente y muchas son las personas que habiéndolo vivido han trasmitido el rechazo a sus hijos y a sus nietos, aunque también son muchos los casos opuestos en los que el lazo con la iglesia todavía sigue y es fuerte generación tras generación, hasta volverse sectario. En cualquiera de los dos casos, mis conclusiones son que la idea que se tiene de la religión es muy dogmática, muy cerrada, oscura y arcaica. Con ello nos encontramos que casi ochenta años más tarde la sociedad sigue polarizada y unos siguen viendo a los otros como los malos, sin matices, estigmatizando.

No me asusta ocultar mi desconocimiento y mi curiosidad, más sociológica que espiritual. Cuando de pequeña pregunté por Dios en casa la respuesta que recibí fue un poco vaga... Mi padre es entre agnóstico y creyente, pero siente un rechazo muy fuerte hacia las instituciones religiosas y mi madre proviene de un país de tradición protestante, por lo que la visión de la religión es mucho más pacífica, pero tampoco es creyente. Así que a los 8 o 10 años, cuando algunos de mis amigos empezana a hacer la catequesis y te contaban sobre los regalos que les iban a hacer empezabas a hacer preguntas y mi respuesta fue que me regalaran un libro llamado "el evangelio de los niños", tan poco atractivo que desde luego no volví a preguntar. Y así, quedó aparcado el tema más o menos indefinidamente.

Por eso, cuando leo artículos, entradas en blogs, hablo con gente o veo películas en las que la religión tiene un papel activo en la vida de las personas me sorprendo. Antes el sentimiento no era tan elaborado, era de ignorancia y rechazo, pero bueno... con el tiempo te das cuenta de que no todas las personas conciben la religión de la misma forma, que no todas las iglesias son iguales y que no todas las formas de creer son las mismas.

La primera vez que me di cuenta de algo así fue hace 3 veranos cuando fui a la boda de mis tíos en Suecia. Se casaban después de tener su primera hija y lo hacían por la iglesia... fue una ceremonia con vestido blanco, pastel, baile y esas cosas, pero lo soreprendente fue el sermón de la pastora (sí, era una mujer) que lo centró sobre todo en la belleza de aquella unión, en cómo debían esforzarse por seguir juntos en lo bueno y en lo malo por la hija y porque ahora comparten mucho más que antes (esforzarse, sí... que el divorcio allí está aceptado desde hace mucho), en lo bonito que es empezar una familia, en tener un compañero que te apoye. Me pareció todo muy igualitario, terrenal y realista... solo se mencionó a Dios una sola vez. No me lo podía creer.

Y desde entonces no he dejado de ver referencias, que a mi parecer eran un poco conservadoras y carcas... Primero Crepúsculo, que si Edward no quiere mantener relaciones sexuales antes de casarse, Jacob cochino, siempre sin camiseta... las chicas tendrán que elegir, pero Bella obviamente elige al chico bueno; Edward y Bella se casan y esto es un no parar...La nueva versión de Footloose, la boda del Príncipe Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton, una de las trend setters más importantes en Gran Bretaña ahora mismo. Y ahora lo ves también en gente común, miles de blogueras americanas que piden bodas hipsters, otras que dan las gracias a su iglesia por ayudarlas cuando tienen problemas...

Y yo me pregunto si estas cosas han estado siempre allí o si soy yo que ahora he abierto un poco más los ojos y mirado más allá de las fronteras de mis propias limitaciones... Era evidente que en otros sitios la religiosidad se vivía de otras formas, pero me sorprendo a mi misma llegando a entender que hay personas que van a la iglesia los domingos y se parecen a mi más de lo que yo pensaba... personas que hasta hace tres días estigmatizaba porque rechazaran la evolución... Me pregunto qué hay de malo en que una persona de 25 años quiera casarse y decida hacerlo por la iglesia, qué hay de malo en que entre iglesias independeintes se creen comunidades de personas con inquietudes comunes que se ayuden entre ellas... Cosas así pueden ser vistas como algo bonito. Detrás de toda religión, de toda jerarquía eclesiástica y de todo dogmatismo hay unos principios básicos que, creas o no creas que los ha dictado un ente todopoderoso, no son descabellados: "trata a los demás como quieres que te traten", "no matarás", "No levantarás falsos testimonios ni mentirás".... Luegos están otros como "amarás a dios sobre todas las cosas" que ya son otra historia, pero bueno... muchos no dejan de ser directrices que facilitan la vida en sociedad (otro problema sería a quien incluyes y a quien exlcluyes de esa sociedad, pero eso ya queda para otro día).

Creo que lo que quiero decir es que no hay que ser tan extremista al juzgar. Cada uno es libre de vivir como quiera y creer en lo que quiera. Puede sonar como una conclusión muy básica, y la reflexión no ha sido tan breve como aquí la expreso, pero paso a paso, que es una reflexión muy grande para expresar por escrito... hay personas que mueren sin haber llegado a una sola conclusión, esta es solo el comienzo de la reflexión. Solo quería remarcar lo curioso que me ha parecido en los últimos años descubrir que no en todas partes la espiritualidad está en decadencia... más bien al contrario, y eso que solo me he fijado en creencias occidentales.