Thursday 17 January 2013

Emaús de Alessandro Baricco

He terminado Emaús de Alessandro Baricco y me ha dejado con un gusto agridulce. Hacía tiempo que no sentía que me quedaban algunas ideas colgadas o que no había entendido un libro en su totalidad y en cierto modo es hermosa la sensación de tener la necesidad de releer un libro, de querer aprehender hasta el último sintagma. No esperaba que Baricco fuera el autor que me dejara con esa sensación, después de haber leído Océano Mar, Seda y Noveccento pensaba que la profundidad estaría en la descripción, no en la reflexión.

La novela trata la historia de un grupo de amigos hacia el final de su adolescencia en el norte de Italia en los años setenta. Pero no es un grupo de amigos común, sino que pertenecen a una humilde comunidad evangelista de la zona. Su vida parece basada en la rutina, la monotonia y una cierta mediocridad hasta que aparece una chica que les hace cuestionarse hasta los cimientos de su fe.

Hay un personaje que me resulta especialmente entrañable y bien construido. Sus amigos lo llaman el Santo y tiene esa bondad sacrificada típica de la figura de los santos. El chico se siente tan abrumado por las tentaciones y pecados que lo rodean que no ve otra solución que ser cura. Tiene una debilidad especial por lo que consideran oscuro, más que sus amigos, y cree que la única salida es sacrificar todo para mantenerse alejado. En cierto modo me provoca cierta empatía.

Con lo hermosas que eran las analogías con la biblia, la reflexión sobre qué hacer cuando se te acaba la fe y cómo luchar para no perderla creo que no conseguí sacarle todo el jugo o entenderlas completamente. Tal vez la razón sea lo ajeno que me resulta todo ese tipo de razonamiento y pensamiento y si ahora tuviera que pensar en una sola de ellas no conseguiría recordar ninguna, pero mientras las leía me parecían preciosas.

Sin duda alguna creo que el libro es digno de leer, es corto, es como un bocado y es un estilo totalmente nuevo en Baricco que me ha gustado mucho. Creo que lo releeré en unos años, a ver qué pasa.

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